Historia
La apertura de esta clínica fue un sueño impulsado por el deseo de honrar el incansable esfuerzo y dedicación de mis padres. Sin embargo, jamás imaginé que el día que finalmente alcanzaría este sueño, mi padre ya no estaría a mi lado. Curiosamente, la clínica fue inaugurada el mismo día en que a mi padre le diagnosticaron cáncer. Ese día, las emociones fueron contrapuestas: mientras recibía las llaves de la clínica, también recibía la noticia de su enfermedad.
A pesar de esta tragedia, el amor y el apoyo de mis padres nunca flaquearon; fueron ellos quienes, incluso en medio del dolor, me motivaron a continuar con el proyecto.
Mi padre, con su inquebrantable fortaleza, y mi madre, con su amor eterno, fueron los pilares que me impulsaron a seguir adelante. De hecho, fueron los primeros pacientes de la clínica, lo que para mí representó una gran fuente de orgullo.
Poco después de la apertura, lamentablemente, mi padre falleció, pero su memoria sigue siendo una fuente constante de inspiración.